Diseño destacado en tres niveles con mobiliario exquisito

y el espacio de la chimenea. Aquí se utilizaron potentes acentos de color en el mobiliario y el arte. La transparencia a través de las puertas de cristal, a las que se puede dar un acabado satinado en la zona del baño si se desea, confiere a la casa una ligereza a la francesa. El concepto de iluminación se extiende por todas las plantas: además de la iluminación del techo, que en la planta superior está encastrada de forma especialmente espectacular entre las antiguas vigas de roble, encontramos sobre todo apliques de pared. Cada uno de ellos ha sido seleccionado a mano, algunos procedentes de París, otros piezas únicas con valor de coleccionista. Todos los materiales se han tratado al más alto nivel, ya sean los suelos de roble de las plantas superior y ático, los muebles empotrados de la planta superior, los azulejos, las puertas, las luces... Pocas veces se puede hablar de perfección, pero aquí se ha conseguido.
Lo mejor de todo: una casa irresistiblemente bella.